Para cada Romería, además del carretero oficial de la de Hermandad, coexiste el carretero de promesa. Es este un cargo que, para cumplir alguna promesa, solicitan a lo largo de los años los hermanos.
Normalmente es éste un oficio que desempeñan tradicionalmente los hombres, pero curiosamente, y que se tengan noticias fidedignas en la Hermandad, ha sido la tercera vez en la historia de ésta que lo ha ocupado una hermana de la Hermandad.
La primera vez ocurrió en los años cincuenta del siglo XX en que llevó la Carreta del Simpecado, o de la Virgen como se dice en Villamanrique, una hermana de la Hermandad, Antoñita Solís. Más tarde en los años ochenta del pasado siglo fue otra hermana, Encarna de Temporal, la que tuvo la suerte de ser la segunda “carretera de la Virgen”.
Finalmente, en la pasada Romería de 2012, ha sido otra hermana, Juana María Solís, la que ha hecho las funciones de carretero para llevar con todo orgullo y con gran maestría la Carreta del bendito Simpecado manriqueño hasta las plantas de la Blanca Paloma de las Marismas.
Normalmente es éste un oficio que desempeñan tradicionalmente los hombres, pero curiosamente, y que se tengan noticias fidedignas en la Hermandad, ha sido la tercera vez en la historia de ésta que lo ha ocupado una hermana de la Hermandad.
La primera vez ocurrió en los años cincuenta del siglo XX en que llevó la Carreta del Simpecado, o de la Virgen como se dice en Villamanrique, una hermana de la Hermandad, Antoñita Solís. Más tarde en los años ochenta del pasado siglo fue otra hermana, Encarna de Temporal, la que tuvo la suerte de ser la segunda “carretera de la Virgen”.
Finalmente, en la pasada Romería de 2012, ha sido otra hermana, Juana María Solís, la que ha hecho las funciones de carretero para llevar con todo orgullo y con gran maestría la Carreta del bendito Simpecado manriqueño hasta las plantas de la Blanca Paloma de las Marismas.
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